martes, junio 07, 2005

Desde los enredos gastados de curvas y ventanilla se me pasea lo real por delante que es ángulo y contigua franja textual que me roza y respira por los agujeros de la tela dimensión tercera que no toco y le miro la boca mientras pasa, que es un acontecer continuo no discreto - pero pasa, sabe acontecer-, líquido, como el agua, y voy al congelador a por los mendrugos de pan y los remojo como una tarde hizo aquella vieja en el caldo de mi querer de niña en la física de un patio de luz, tierra y hormigas. Que un sujeto nos lea. Los grandes sujetos son leídos, son objeto. Los grandes objetos me leen, son sujeto. La realidad es tautológica, esto efectiva y tautológicamente, tautológicamente, etc. De “a” hasta “a” la preciosa complicación de la reproducción interna de los vivíparos. El adjetivar la cosa y sus alfileres. El alcantarillado de las noches y su agua podrida. Y el lenguaje, que siempre me sabe a adjetivo… (me incorporo) tan dulce, esa mierda de las alcantarillas, tautológica, capicúa. El barrio de dentaduras destrozadas y mugrientas, de piel curtida tallada con el cuchillo grande de cocina, de mirar ofensivo y chaleco antibalas, los críos también deja en la escuela. La maestra soy yo (premisa n). La mirona, adjetiva y capicúa, mete el dedo en la olla y se lo chupa. Si una alcanza en cierto momento un gran nivel como crítico, peligra la cosa, le engulle la lógica y la metáfora, ve que no lanzará detrás de la última marca, le seduce el columpio de la tela de araña, trampa perfecta. Haré yo la foto y saldré en la foto (esto es metafísicamente complicado). La seducción de la crítica (crisis), pero considérese una actriz que sepa de Bergmann y se restriegue por el suelo la neurosis propia y la del que se la narra, que es siempre un moralista. Lo que me temo es tanto ruido. Si la cara les miro podré leer los silencios de un texto. ¡Pero, ¿qué te ha pasao?! ¡Se te ha caído la cabeza! Y me creyó. Un momento. Y la buscamos un poco por los suelos.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Sincerament com que no entenc que vols dir (en el cas que volguis dir quelcom). Com que no sé si el fracàs sóc jo o el text o tú o ningú. Com que no puc fer un comentari amb cap i peu (o cap i pota, en tot cas sense coll). Explicaré quina impressió tinc de tot això (encara que no t'interessi saber-ho o potser si). Em resulta caotic, desordenat, trossos autobiogràfics, trossos sense sentit, moviment... si la questió era que no entengués res i amb caigues el cap, lo primer passa així, lo segon no. Si no era aquest resultat l'esperat o jo sóc un fracàs o el text o tú o ningú.

12:21 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

... si la questió era que no entengués res i EM caigués el cap ...

12:23 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me encanta...
Sencillamente me encanta.
Sí, me encanta ver como después de los comentarios gongorianos, su persona hizo lo que mejor sabe hacer: desconcertar.
También me encanta ese magnífico "qué vols dir?" que no es más que un reflejo escrito de la gota de sudor que a los animados dibujos manga emanábales de la sien.
Pero es sano repetirse, sencillamente no cabe repetirse.
Esto que acaba de publicar es sencillamente la mejor y más fácil manera de elaborar un escrito: escribir por escribir.
Y ahora yo canto por cantar:

“A la sillita de la reina
Que nunca se peina
Un día se peinó
Cuatro piojos se sacó.

A la sillita de la reina
Que nunca se peina
Un día se cayó
Vaya torta que se dio”

y entre pampense y vegabajesco
le dedico a usted el canto
que entre aventuras y llanto
cantaba un héroe quijotesco.

Para vos, reina.
ah
y ordenáte
ordenáte.

2:17 p. m.  

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