viernes, febrero 10, 2006

En el camastro circular, donde no hay pies ni cabecera, los orígenes o raíces genitales son la pupila del ojo. El músculo siniestro y cordial padece un ataque de celos o tristeza por el bien ajeno con la voz en off y la trama neuronal es un melancólico sistema periférico o recuerdo. Los objetos corpóreos se miran apaisajados y los brazos se abren o brotan. Existen frutos amanzanados, es decir, circulares, y animales humanos que se los devoran con simiente y todo y no sabe por qué pero a lo mejor te aparece un manzano dentro. Se deforman especialmente los rostros y las mandíbulas en este girarse y los ojos se vuelven sin soñarse del todo. Las volteretas ligeras de la voluntad doblan las médulas al revés. Y claro, los cuerpos licuan como el agua.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Siento que a usted este texto no le haga suspirar.
Lo presiento.
Así y todo mi parecer es bien diferente.
Me encantan las cosas amanzanadas, es decir, curvadas, pero también los seres y sus comentarios cíclicos.
Ejemplo
Genial
Apetitoso.
Exquisito.
mmmmm

BUFONES SIN FRONTERAS

1:32 a. m.  

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