martes, noviembre 30, 2004

Ay, Nena

Nena, ¿quieres dejar de llorar?!
Mira qué fea estás.

¡¿Qué?! ¡Yo no lloro, Viejo!
¡Las niñas no deben llorar!
¡Yo no he llorado en mi vida! ¡Nunca!
¡No lloraré jamás!

Ay, Nena,
tu vida.
Volar y volar.

No lloraré nunca, Viejo. Jamás.
Las niñas no deben llorar.
Es que hoy tengo que pensar.

Nena,
¿y cómo vas esos tus ojos a arrugar?

Ayúdame, Viejo.
Sí. Tú me puedes ayudar.
Aquel niño tan guapo,
que venía las tardes a jugar,
me vino esta mañana,
en la cara a pegar.

Ay, Nena,
no llores más.
Que sólo hace falta para morirse,
vivo estar.