viernes, enero 28, 2005

Aria de la hilandera mentirosa

La deformada perspectiva de la pintura, unida a la dirección curvilínea del cuerpo, exalta el abandono erótico de Dánae, que recibe en su seno la lluvia dorada. La joven está arrebatada por el éxtasis e inmersa en su mundo narcisista, inaccesible al espectador. Casi un millón de nefronas compone cada riñón. La unidad filtradora de la nefrona, llamada glomérulo, regula la concentración dentro del cuerpo de sustancias importantes, tales como potasio, calcio e hidrógeno, y elimina sustancias no producidas por el cuerpo, tales como drogas y aditivos alimentarios. El filtrado resultante, la orina, abandona la nefrona a través de un largo túbulo y del conducto colector. Mediante señales químicas, el organismo informa sobre las necesidades de agua y sales; esto hace que las paredes del túbulo sean más o menos permeables a estas sustancias, que son reabsorbidas de acuerdo con estas órdenes desde la orina. Camino arriba, camino abajo, uno y el mismo. – Sí, ya es hora – dijo Alejo Alejandrovitch levantándose. He venido a traerte el dinero, pues a los ruiseñores no se les alimenta con fábulas. Lo necesitas, ¿verdad? La costa de la provincia de Alicante sigue el perfil del cabo de La Nao y debe su nombre al colorido blanquecino de los acantilados de la zona, derivado de las rocas calizas que los componen. A lo largo de más de 100 kilómetros se suceden pequeñas calas (Jávea), playas de cantos rodados (Altea), grandes playas de arena (Benidorm) y playas con dunas cubiertas de pinos (Guardamar). Llevaba medias negras/ la conocí en la estación./ Para seguirle la pista/ soborno a los maquinistas./ Con el fogonero, con el revisor/ pierdo los sábados al dominó./ El Transiberiano y el Oriente Express/ son mis cofrades de semen de fe./ Puedes volver a robarme/ pero tendrás que besarme. La crítica del universo (y la de los dioses) se llama gramática… Turbado por este extraño pensamiento, Hanumán salta de la barda al suelo, permanece un instante agachado, se yergue, escruta los cuatro puntos cardinales y, con decisión, penetra en la maleza. Eres la noche, esposa: la noche en el instante/ mayor de su potencia lunar y femenina./ Eres la medianoche: la sombra culminante/ donde culmina el sueño, donde el amor culmina.

miércoles, enero 05, 2005

Silbo

Me como divertida con los dedos las sílabas del día.
Un, dos. Un, dos.

Silba el día, y yo me como el labio.
Uno. Dos.

Labio silvestre,
¿quieres unas cuantas palabras?,
te anuncio su silueta silábica.

Día silvano y silbante.
Día silencioso.

Uno, y dos.
Uno, y dos.